12.11.13

Decadencia brillante en las ventanas de América.

Ojalá hubiese nacido en la época del blanco y negro, de las figuras inverosímiles ante caras asombradas. La época del jazz, de las decadentes calles de NY en invierno, los suelos mojados y los perros callejeros. Tiempos de los hombres libres de lenguaje complejo, barbas blancas y gafas de mago, de los vagabundos con lenguas de mantra, ojalá hubiese sido uno de ellos. De los extremos contrastes en escala de grises, de la guerra y la paz y los símbolos torcidos, de los gays y lesbianas alzando sus brazos al cielo, la liberación de los dogmas en calles del desastre. Volveremos a reírnos de aquellos niños ricos, aquellos hombres tristes con su vida en maletines negros, en Wall Street quemaremos nuestros sueños, los bancos se derriten bajo el ácido de nuestras pupilas. Se oirán los aullidos de nuevo, se mueren las mejores mentes de nuestra generación, se mueren de hambre. Centinelas de siglos pasados en las puertas del congreso, buscando pan, monedas, o tan solo silencio, una mezcla de fantasmas invisibles y monstruos inquietantes, grandes ojos amarillos que no dicen nada, que no bailan nunca, que no sienten más. Derechos humanos e izquierdos de Dios, volcanes y tormentas azotando el cielo, fin del mundo, familias perfectas, el sueño americano, las grandes guerras. Poesía delirante de las 3 y media en los clubes de jazz y gatos negros sobre cubos de basura. Cafés solos y versátiles cartones, esperanza que va y viene como las olas de un mar que todavía ni imagina lo que está por llegar. ¿Volveremos algún día a las ideas brillantes sobre el polvo de una sociedad que huele a navidad y veterano tullido de guerra? 




30.10.13

Amor y tormenta

Ojalá que llueva, que la tormenta mas vehemente de la historia caiga sobre nosotros, que sus truenos rompan el cielo y sus rayos quemen los bosques. Ojalá que haga tanto, tanto viento que tengamos que escondernos bajo tierra, a oscuras, durante mucho tiempo, temblando como bestias indefensas ante el poder del cielo. Ojalá que me olvides, que me olvides mucho y no me esperes, que no me reconozcas cuando aparezca, ojalá que te asustes al verme, que me temas y huyas lejos, ojalá nos conociéramos de nuevo, en medio de la tormenta mas vehemente de la historia, empapados y sonrientes como dos niños idiotas en la puerta de un colegio.


29.10.13

Seré veloz.

Emerjo del bosque rojo, las hojas han caído ya, los árboles están desnudos y tiemblan de frío. He venido a besarte en los labios, a contarte un cuento, a arrancarte el alma a mordiscos. Estoy aquí, descalza en la hierba, y ya no siento el hielo. Abro los ojos, te pierdo, vuelves a mi si los cierro. Déjame ser salvaje y ser un trueno, ponerle mi nombre a la tormenta en pleno enero. Esta es mi tormenta, este es mi corazón, esta es mi madriguera, y huyo del depredador. Aquí estoy sola, nadie me escucha cantar, reír, gritar, retorcerme de dolor al contemplar el sol. ¿Cuándo terminó el invierno? ¿Ya se ha ido el cazador? Por si acaso vuelve seré veloz.