6.2.14

Endless summer.

Aquellos veranos de hace unos años, ¿los recuerdas? los interminables paseos en bici con todo un camino de tierra por delante, y el sol cegandonos con saña. ¿Recuerdas lo que solías decirme cuando parabamos a descansar? exacto, no decías nada. Y hacías que todo fuera mágico. Aquellos silencios rotos por cigarras lo significaban todo. No había nada de lo que hablar, no habían malas ni buenas noticias, lo sabíamos todo sobre todo, y olíamos a moras robadas y a sudor. Y eramos niños. ¿Lo recuerdas? Eramos niños entre los campos sembrados, con pantalones cortos, enseñando nuestros cortes en los tobillos, pero no pensabamos en ello, solo caminabamos sin hablar con un extraño sentido del deber en nuestros corazones. Debíamos descubrir, aprender, y guardar silencio. Los veranos eran para torcer los labios y tirar piedras muy, muy lejos, y para nada más. 


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